viernes, 29 de marzo de 2019

Japón - Febrero 2019

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Después de muchos años soñando con visitar Japón, hemos conseguido escaparnos al país nipón! Esta vez hemos volado con Brussels Airlines y ANA y sólo podemos decir maravillas. Puntuales, con menús bastante buenos tanto para mayores como para pequeños y personal muy agradable. 
Los alojamientos esta vez los hemos reservado por Booking, ya que la oferta de Airbnb en Japón no nos convencía mucho. Otra cosa imprescindible, es comprar los JR Pass para poder coger trenes con una tarifa plana. 

Pasamos a la ruta...

Día 1: Barcelona - Bruselas - Tokio

Día 2: llegada a Tokio Narita

Llegamos a Tokio por la tarde y decidimos alojarnos cerca de la estación de Shinagawa para seguir nuestro periplo hasta Kioto, que era nuestro punto de inicio de la ruta que hemos hecho por Japón. Desde Shinagawa salen nos Shinkansen directos a Kioto, por lo tanto sólo tendríamos que coger un tren al día siguiente. 


Día 3: Tokio- Kioto - Fushimi Inari 

Salimos por la mañana hacia Kioto en Shinkansen. Una vez en Kioto y como el check in de nuestro alojamiento sólo se podía hacer a partir de la tarde, decidimos dejar las maletas en una consigna de la estación, después comer y después visitar el templo de Fushimi Inari para aprovechar la tarde. 

Para aprovechar nuestros JR Pass, y no tener que pagar ningún extra, hay que coger el tren que va dirección Nara. La parada es Inari y tardamos unos 5 minutos en llegar desde la estación central de Kioto. 





Día 4: Kioto - Palacio Imperial - Pontocho - Parque Maruyama

El cuarto día lo dedicamos a visitar el Palacio Imperial de Kioto. Para llegar al palacio hay que pasar por unos jardines muy bonitos, con muchos cerezos que empezaban a florecer a pesar de estar en febrero. En primavera con el sakura debe ser espectacular. 
La entrada al Palacio Imperial es gratuita, hay que pasar un control y te dan una tarjeta numerada para tener controlada la cantidad de gente que entra al día. Hay que llevarla colgada y visible, porque sino te la piden los vigilantes que hay dentro. 






Después de la visita al palacio nos dirigimos a comer a la zona de Pontocho. Por cierto, os he dicho que en Japón se come super bien??? Se puede dedicar el viaje sólo a probar todas las maravillas que tienen en sus menús, una pasada... es de los viajes en que mejor hemos comido. 



Luego hemos ido paseando hasta el parque de Maruyama, donde muchísimas chicas (chicos menos) iban vestidas con el traje tradicional y estaban haciéndose reportajes de fotos. Coincidía que ese día era festivo por ser el día del cumpleaños del emperador, por lo que suponemos que eso no van vestidas así cada día. 

Día 5: Nara - Osaka

Este día lo dedicamos a hacer la típica excursión desde Kioto o desde Osaka, que es ir a Nara y visitar el templo y... sus millones de ciervos! 



Para evitar el acoso de los ciervos, nuestra recomendación es no llevar nada de comida en las mochilas y tampoco comprar para darles, aunque allí es deporte nacional darles de comer, puede ser agobiante que te persigan por todas partes estos animales. A mi personalmente, me daba pena verles a lado de la carretera y en la parada del autobús, pero a los peques les hizo mucha gracia verlos (al menos aquí).






Una vez visto el templo y el gran Buda de su interior, como no, nos tocó ir a comer. Como no era muy tarde después de haber comido, decidimos seguir con nuestro turismo gastronómico y acercarnos a Osaka a comprar tarta de queso del Tio Ricuro... Espectacular!
En Osaka sólo vimos la zona del Glico man y las tiendas con carteles luminosos que hay por esa zona, pero valió la pena (por la tarta de queso y por el paseito).

Vuelta a Kioto a nuestro alojamiento. 

Día 6: Kioto - Miyajima

Con un poco de pena, porque nos faltaba un día más en Kioto para ver alguna cosa más, nos dirigimos a Miyajima. Mucha gente hace una parada antes en Hiroshima, pero nosotros íbamos con la intención de llegar tranquilos y pasear por la isla donde nos alojaríamos por una noche. 








Para llegar a Miyajima, además del tren, hay que coger un ferry desde donde las vistas del gran Torii son muy bonitas. Una vez desembarcados, llamamos a nuestro hotel y nos recogieron para dejar las maletas y pasear por la isla. Hay muchos ciervos también y estos sí son más agobiantes, con decir que no puedes comer por la calle NADA ni llevar nada en las manos, porque se lo comen... Nos quitaron un mapa, pañuelos y un papel que se nos cayó al suelo y se lo comieron... Los peques acabaron muy agobiados y el buen recuerdo que tenían de Nara se esfumó. 

Visitamos el santuario desde donde hay unas vistas del gran Torii, espectaculares y luego estuvimos por la playa donde también pudimos hacer unas fotos de postal. 

Dormimos en una habitación tradicional japonesa en el ryokan Iwaso, tienen onsen propio interior y exterior, y cuidan hasta el mínimo detalle, desde luego fue el capricho del viaje, nos trataron super bien. 

Día 7: Miyajima - Tokio

Después de nuestra noche en Miyajima, nos dirigimos a Tokio de nuevo. Para llegar dedicaríamos gran parte del día. 

Llegada por la tarde, comprar cuatro cosas para cenar en nuestro apartamento y a dormir. Nuestro barrio era Minato, y la verdad, no tenía mucho para ver a parte del Skytree a lo lejos, pero para dormir, es más que suficiente, ya que en metro se llega a todas partes. 

Día 8: Tokio - Shibuya - Takeshita Dori

Nuestro primer destino en Tokio fue Shibuya, el famoso cruce y la estatua de Hachiko, pobrete, aún estaba allí esperando... Había un señor voluntario que te hacía las fotos con la estatua y además regalaba a los niños figuras de origami. La verdad es que a la hora que fuimos el cruce estaba bastante despoblado, así que lo cruzamos a nuestras anchas.




Después de pasar por el cruce y pasear por la zona nos dirigimos a Takeshita Dori, la calle de las mil idol shops y de las tiendas de crepes. Nosotros no habíamos visto jamás tanta variedad de crepes juntas... (seguimos con el turismo gastronómico). 

Desde Takeshita fuimos hasta Kiddy Land, una tienda de juguetes de 5 pisos para comprar algún recuerdo para los peques, intentamos no ser muy consumistas, pero en Japón nos ha costado mucho... 
También hay que decir que detrás de la tienda está el restaurante de gyozas más bueno que hemos probado en nuestras vidas. Muy recomendable el caldo que hacen y sobre todo, las gyozas tanto cocidas como a la plancha, ambas espectaculares. 

Día 9: Tokio - Senso-Ji - Tocho - Parque Yoyogi

El noveno día fuimos a visitar el tempo Senso-ji, con sus farolillos gigantescos y todas las tiendecitas que hay alrededor. Muy bonito y muy recomendable visita. 






Por la tarde fuimos al mirador gratuito del Tocho (Gobierno Metropolitano de Tokio) y bueno, creo que es algo que se puede omitir, al menos el día en que fuimos había mucha niebla y un calor brutal en el interior del edificio. Después fuimos al parque Yoyogi a pasar lo que quedaba de tarde.








Día 10: Tokio - Ueno - Akihabara

Fuimos al Museo de Ciencias y Naturaleza en el parque Ueno, la verdad que a nivel fauna es muy completo, pero si comparamos la parte de ciencia con museos como el Cosmocaixa en Barcelona o el Museo de la Ciencia de Londres, le falta bastante para que sea interactivo y más interesante para los peques. De todas formas, les gustó mucho, así que fue un tiempo bien invertido. 





Luego en el parque hay unos templos que también visitamos de camino a la calle Ameyayokocho, donde puedes comprar cualquier tipo de souvenir para la familia. En nuestro caso, sólo compramos kitkat de sabores que sólo se encuentran en Japón, como el té verde, la tarta de queso o el sake. 





Por la tarde, aprovechamos para ir a Akihabara, el barrio friki y de tiendas de videojuegos, manga, cat cafes.... Al ser domingo, la calle la cierran al tráfico y está muy bien para pasear sin peligro. 

Día 11: Kamakura - Enoshima

Decidimos hacer una excursión fuera de Tokio a ver si teníamos suerte y conseguíamos ver el monte Fuji, así que decidimos ir a Kamakura y Enoshima, utilizando el tren Enoden que es un tren pequeñito que conecta diferentes puntos de la costa. Visitamos primero Kamakura y su gran Buda, en el cual se puede acceder a su interior y luego fuimos a Enoshima a visitar sus templos. La verdad es que a pesar de que no conseguimos ver el monte Fuji, sino que lo intuimos por la cantidad de niebla, es una excursión muy recomendable.
En Enoshima os recomendamos mucho, comprar los tickets para acceder a los templos con escalera automática, es dinero bien invertido cuando vas con peques. La bajada se hace a pie, de esa no nos libramos, pero nada en comparación a haber subido caminando.







Día 12: Tokio Disneyland

Pedimos un Uber que nos llevase a nuestro hotel en Disneyland Resort ya que para ir en tren con los maletones y dos peques en hora punta, se nos complicaba bastante la logística. Una vez allí, dejamos las maletas y fuimos con el monorrail directos a Disneyland. Mucha gente, muchísima y muchísimas colas, es importante utilizar el Fast Past, porque sino te pasas el día haciendo cola. Lo que nos sorprendió es que no había apenas niños, casi todos adultos y todos cubiertos de merchandising Disney de arriba a abajo, nunca habíamos visto tanta devoción por personajes Disney en ninguna de nuestras visitas al resto de parques que hemos visitado. 
Los desfiles están muy cotizados, con decir que hay quien se queda guardando sitio para el desfile de las tres de la tarde a las diez de la mañana, digo todo. 
Por otro lado, para los espectáculos tienes que ir con tu entrada a una máquina donde sortean sitios con más visión o menos, a nosotros nos tocó primera fila en el espectáculo de la noche con proyecciones y fuegos artificiales, de los mejores que hemos visto. 






Día 13: Tokio DisneySea

El otro parque Disney que hay en Tokio es DisneySea, está dedicado un poco más a las pelis de Pixar y la verdad es que es espectacular, está muy bien ambientado, tiene puerto, canales venecianos, un volcán, un buque... Yo si tuviese que elegir, me quedo con este parque, nos gustó mucho. Eso sí, también mucha gente, incluso más que en Disneyland, hubo atracciones en que no conseguimos ni sacar el Fast Past porque a las diez de la mañana ya no había para el resto del día, una pasada. 






Día 14: Tokio Disneyland

El bono de tres días obligaba a ir primero a Disneyland, luego a DisneySea y el último día lo dejaban a tu elección, así que decidimos repetir Disneyland, ya que hay más cosas para los más pequeños y parece que a los peques también les gustó más. Un poco más de lo mismo, pero con todavía con más gente... no pensábamos que fuese posible, pero sí, todo Japón estaba en Disney. Nos lo pasamos bien, repetimos las que más nos habían gustado y subimos a algunas en las que no nos había dado tiempo a ir el primer día.

Día 15: Tokio - Bruselas - Barcelona


Nos fuimos igual que volvimos, pasando por Bruselas. Todo muy bien con la diferencia de los menús del avión, son más buenos cuando sales de Japón que cuando vas hacia Japón, así que el país de donde sale el avión y la comida con el que reponen importa! (No sé cómo sigo hablando de comida!!!).


Choque Cultural

Este punto desde que llegamos a Japón, tenía claro que lo tenía que incluir en la entrada del blog, como todos sabemos las costumbres japonesas no tienen mucho (nada) que ver con las nuestras... Aquí quiero enumerar algunas cosas que me dejaron sorprendida, algunas son las que todos sabemos, como los váteres con botoncitos y otras que ni me imaginaba. 

  1. Váteres con botones: esta es la top one, ya en el avión los lavabos tienen un váter con botones para limpiar el "ojete" después de "descomer" y para hacer lavado estilo bidet. Unas naves espaciales, que pueden ser más o menos complejas dependiendo del lugar, puedes encontrar asientos calefactados, botones para poner sonido de manantial para enmascarar los pedos y que no se oigan, botones para regular la potencial del chorro... Y lo curioso es que cuando no hay lavabos de este tipo, lo pone ya en la puerta del lugar avisando que son lavabos europeos, que no esperes nada más que lo que viene a ser la taza del váter. 
  2. Papel del WC: seguimos en el lavabo, otra cosa que me llamó la atención es que el rollo de papel del WC es más ancho y el papel es más fino que el nuestro. Otra cosa que me dejó muerta es que siempre siempre cortan el papel por la línea de puntos (igualito que nosotros).
  3. WC hiperlimpios: tiene su lógica, ya que todo el mundo se sienta en el WC, no hay ni una gotita fuera. 
  4. Parking de paraguas: en los hoteles y otros lugares, hay una especie de gradas con unos enganches para dejar tu paraguas allí aparcado, no lo habíamos visto jamás.
  5. Maquinas de bebidas: la calle está a tope de máquinas de bebidas calientes y frías en perfecto estado, no me lo imagino aquí.
  6. Papeleras: no existen apenas, en alguna estación se pueden encontrar, pero lo normal es que vayas cargando hasta casa con tu basura. Sí que es verdad que al lado de las máquinas de bebidas a veces hay alguna, pero lo normal es que sólo se puedan tirar los envases de estas bebidas y no una cáscara de plátano. 
  7. Son muy correctos: los japoneses siempre parecen contentos, yo les veo un punto reprimido y falso, es imposible estar feliz 24 horas... o tal vez sí? 
  8. Inglés: para mi es ideal, porque hablo igual o peor que ellos, pero realmente si sales de los hoteles, poca gente te habla bien en inglés, en los supermercados es un poco aventura saber qué estás comprando. 
  9. Puntualidad: podían seguir el ejemplo los señores de Renfe... Puntualidad total, si un tren llega un minuto tarde, por los altavoces enseguida te piden disculpas. Igualito que aquí.
  10. Zapatillas: al llegar a casa siempre hay que quitarse los zapatos de la calle y ponerse zapatillas de estar en casa, esto aplica a las casas, apartamentos y habitaciones de hotel. 

Alojamientos:
  • Tokio: Hotel Prince Shinagawa 
  • Kioto: Ostay Kyoto Shichi-Jo Hotel
  • Tokio: Hotel Sails
  • Tokio Disney Resort: Hotel Okura Tokyo Bay



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